De las balas a las flores: a jardinería como camino de sanación

De las balas a las flores: a jardinería como camino de sanación

A partir de 1945,  los soldados de la segunda guerra mundial comenzaron a regresar a sus hogares tras casi seis años de guerra. Con ellos, volvían también cicatrices físicas y psicológicas profundas. Mientras el combate terminaba, comenzaba otro reto igual de complejo: la rehabilitación de miles de veteranos que, tras el frente, necesitaban reconstruir su identidad y reintegrarse a la vida civil.

Uno de los programas pioneros en este proceso fue el Commonwealth Reconstruction Training Scheme, creado por el gobierno australiano. Este ofrecía capacitación laboral en distintas áreas, incluida la horticultura. A través del trabajo con la tierra, muchos excombatientes encontraron no solo un oficio, sino también una forma de sanación.

La terapia hortícola: una práctica con raíces profundas

La terapia hortícola consiste en el uso de la jardinería y actividades relacionadas con el cultivo de plantas como estrategia terapéutica para mejorar la salud mental, física y emocional. Esta práctica está respaldada por un creciente cuerpo de evidencia científica.

Un estudio cualitativo realizado en Dinamarca, en un jardín forestal terapéutico llamado Nacadia, mostró que los veteranos que participaron en un programa de 10 semanas experimentaron mejoras en sus síntomas de trastorno de estrés postraumático (TEPT). Uno de los testimonios más conmovedores afirmaba:

"La naturaleza me da tanta protección que puedo cerrar los ojos. Eso no lo sentía posible desde la guerra."

Otro participante comentó:

"Lo especial de la naturaleza es que no te exige nada. No espera nada. Solo hay un árbol... y yo, sentado aquí. Sin preguntas."

Beneficios documentados de la terapia hortícola

Estudios han demostrado que la terapia hortícola puede:

  • Reducir los niveles de ansiedad y depresión

  • Mejorar la autoestima y el sentido de propósito

  • Disminuir la presión arterial y el cortisol (hormona del estrés)

  • Estimular la neuroplasticidad y el bienestar cognitivo

  • Fomentar la conexión social y el trabajo en equipo

Un metaanálisis publicado en el International Journal of Environmental Research and Public Health (2017) encontró que las intervenciones basadas en jardinería tienen efectos positivos significativos en la salud psicológica, especialmente en entornos hospitalarios, centros de rehabilitación y comunidades vulnerables.

Casos de uso: de la guerra a la prisión

Además de su aplicación en veteranos de guerra, la terapia hortícola ha demostrado eficacia en:

1. Centros penitenciarios: En países como Noruega, Estados Unidos y Reino Unido, los programas de jardinería en prisiones han mostrado mejoras en el comportamiento, reducción de reincidencia y desarrollo de habilidades laborales.

2. Hospitales psiquiátricos: Pacientes con esquizofrenia, bipolaridad o depresión severa han mostrado mayor estabilización emocional y motivación tras participar en actividades hortícolas.

3. Rehabilitación de adicciones: La estructura, la responsabilidad y la calma que brinda el cuidado de un jardín ayuda a las personas en recuperación a construir rutinas positivas y conexiones significativas.

Una herramienta al alcance de todos

La jardinería no es solo para quienes han vivido el trauma de una guerra. Todos podemos recurrir a la naturaleza para cuidar nuestra salud mental. No se necesita un gran jardín: basta una maceta, una terraza o un espacio compartido.

Como dijo un veterano: "En el jardín, encontré paz sin preguntas."

Hoy, la resiliencia puede florecer en cada brote.

Regresar al blog